Educación emocional desde la infancia. Educar por y para los sueños.

Ves cosas y dices,"¿Por qué?" Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, "¿Por qué no?".

George Bernard Shaw

Educar las Emociones.El mundo interior y los sueños.

LOS NIÑOS SOÑADORES...

No extrañará a nadie si afirmo que aquellos niños que tienen un mundo interior rico, aquellos niños soñadores que suelen mostrarse fantasiosos, suelen tener problemas cuando chocan con una educación tradicional. ¿A cuantos de ellos se les diagnosticó un TDAH? Y en verdad, si nos paramos a pensar, esos niños tienen un tesoro, un recurso muy rico que les permite ausentarse cuando lo que se les ofrece no les interesa.

Pero la vida es sueño, ¿o no? ¿Realmente alguien puede imaginarse una vida en la cual no se persigan metas o sueños? Y entonces, podríamos afirmar que el sueño es vida, ¿verdad? Educar a los niños por y para los sueños no resulta para nada una agresión al aprendizaje, más al contrario. Si queremos educar personas creativas no hay otro camino que estimular la imaginación, la fantasía, los sueños... Y sí, podemos pensar que en la infancia todo ese mundo es exagerado, pero si sustituimos "exageración" por "riqueza" nos daremos cuenta de cuan importantes pueden resultar esas cualidades en la escuela.

Hoy os dejo un fragmento de un hermoso y muy largo poema publicado con el título de "Partió la blanca paloma". Leer ese texto con niños de edades ya avanzadas puede resultar un recurso más para abrir el diálogo y estimular las inteligencias emocionales.

En la llanura del soñador
crecen flores por doquier.
Tal vez el color no perdura,
quizás no nazcan olores.
Posiblemente tan sólo
sean bocetos o esbozos
de bellos gozos soñados.
Mas no hay mal en el anhelo
pues como tal es el cielo
del deseo, de la ilusión,
de la esperanza y,
¿por qué no?
de la pasión.
Cantando se afinan los sentidos,
bailando entonas el cuerpo,
amando modulas el corazón
y soñando armonizas el alma.
¿No es el sueño, pues,
la sonrisa del ánimo?
En la cornisa del mañana
debe guardarse ese empeño
que abre siempre una ventana.
En él ponemos la fuerza,
en él sembramos el brío
para que ejerza la voluntad
el codiciado albedrío.
Soñar nos hace especiales,
únicos, geniales, …
Quienes conllevan un sueño
con él comparten la vida.
Pequeño es el mundo
de los que nada ambicionan,
¿No lo crees así?

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